Empezaron los problemas,me enganché a la pena, me aferré a la soledad. Ya no miro las estrellas, miro mis ojeras cansadas de pelear. Olvidándome de todo, busco de algún modo, encontrar mi libertad. El cerrojo que me aprieta, me pone cadenas y nunca descanso en paz. En el túnel del espanto todo se hace largo, ¿Cuándo se iluminará?. Amarrada a mi destino, voy sin ser testigo de mi lento caminar. Tienen hambre sis latidos pero son sumisos y suenan a su compás. La alegría traicionera me cierra la puerta.
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