Gracias por haberme hecho esta persona que soy ahora. Por haberme hecho más segura, más inteligente, más sensible, menos inocente. Gracias por haberme enseñado que los cuentos de amor de princesas y príncipes son solo eso, cuentos.
Me enseñaste que en la vida hay personas buenas, pero también personas malas que se disfrazan de buenas. Gracias por haberme enseñado que decir te amo, no son palabras sagradas, que son palabras que cualquiera puede decir, pero no todos podemos sentir.
Me enseñaste a que por más que yo le abra a alguien las puertas de mi casa, de mi familia, de mi corazón, de mi cama, de mi vida, no quiere decir que esa persona me las abra a mí también.
Cuando te crucé en la calle al ver tus ojos ya no vi a aquel chico dulce del que hace un año me enamoré. Dentro de tus ojos solo vi un gran vacío y me di cuenta de que estaba enamorada de una ilusión, de una mentira, de un cuento, de una máscara.. Finalmente gracias por haber sido el mayor error y la mejor lección. Tantas lágrimas no fueron en vano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario