Hoy fue un día raro, me desperté reflexionando sobre todo lo que viví con vos, sobre todo el bien que me hacías, sobre todo lo que te extraño pero prometí no amargarme porque sé que me cuidas desde algún lugarcito de tu cielo. Fui al colegio y puse mi mejor cara, no le conté a nadie nada porque no me encanta hablar del tema, no me gusta decir lo mucho que te necesito, vos sos mi abuelito del alma, el mejor de todos. Siempre estuviste ahí para mi y creo que yo, también, lo hice hasta el 5 de agosto del 2007.
Hay veces pienso lo mucho que me hubiese gustado que estés acá conmigo todavía pero, a su vez, sé que no hubiese podido superarlo si te quedabas conmigo un tiempo más porque me costo dos años entender que no ibas a volver. Es el día de hoy que sigo recordando tu voz, tu cara pero tengo miedo de olvidarme, tengo miedo de no poder acordarme de todos los momentos que vivimos juntos y ese miedo me mata. Jamás voy a olvidar a mi abuelito amado. Algunas noches apareces en mis sueños y eso me hace bien, me levanto con una nostalgia y una felicidad que son inexplicables. Hoy 5 de mayo del 2011 se cumplen tres años y nueve meses de tu ausencia, tres años y nueve meses de cuando se abrió la puerta de mi pieza y entró Seba a contarme la noticia, tres años y nueve meses del día más feo de toda mi vida.
Lo único que me queda pensar es que me cuidas desde tu cielo y que cuando me llegue la hora a mi vos vas a estar esperándome para un gran reencuentro.
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