En el medio de la discusión me alejé, ignorando las palabras que decías para intentar que me quedara. Dije esta vez tuve suficiente y llamaste un centenar de veces pero no atendí porque estoy tan enojada que podría decir que se acabó pero si sólo supieras lo que quiero, lo que siento. Dije vete pero todo lo que, realmente, quiero eres tu de pie tirando piedras a mi ventana gritando te amo.
Yo y mi estúpido orgullo, sigo sentada acá mirando fotos y esperando junto al teléfono. Sigo volviendo atrás sobre cosas que ambos dijimos y recuerdo el portazo y todas las cosas que hicimos mal. Así que si lo sabes todo por qué no me seguiste cuando me fui. ¿No te diste cuenta que eso era lo que quería? Me repito una y otra vez que no voy a mirarte, que no te necesito. Luego vienes, bajamos las escaleras y comienzo a llorar. Entonces pregunto ¿Valió ella la pena? ¿Sirvió de algo ocasionar esto? Porque debo confesarte que yo TE NECESITO.
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