Cada minuto es como una promesa, una traición. Sabe que espero y me desespera. Deje la puerta abierta pero sé que se marchó. ¿Cómo es posible si fuiste para mi como un demonio?.
Sinceramente pienso que es mejor que ya no esté, pero en el fondo sigo lamentandome.
Tenías la mirada en otro lugar y yo te miraba pero no hacía nada. Debí saberlo antes, ahora es demasiado tarde porque no consigo siquiera un poco de razón. Si tu presencia fue mi decadencia ¿extrañarte será mi error?.
Tendrías que pensar si quieres volver porque junto con la esperanza tengo sed de venganza.
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